Escrito por: Flor de Nopal
23 enero 2023
Querida Lic. Carreño
Fiscal de la Unidad de Atención Integral a la Mujer del Ministerio Público de San Miguel de Allende
Espero que se encuentre muy bien en todas las áreas de su vida. Le escribo esta carta con la esperanza de que sus ojos puedan dirigir mis palabras de manera que realmente las lean su corazón.
Le escribo con el ánimo de poderle compartir el contexto de lo que he vivido, no con voz de víctima, aunque sí lo sea, si no con el espíritu de sobreviviente y como Sorora. Aquí en texto quizá pueda transmitir de mejor manera lo que las emociones tan a flor de piel hay veces entorpece:
Hace 6 años empecé a tejer una ilusión con las más exóticas flores, las palabras más elocuentes y vivas, añoranzas exponenciadas, las experiencias más sorprendentes y especiales que pude haber jamás soñado. Al cabo del tiempo se empezaron a entretejer culpas, burlas, juegos mentales, dureza, apatía, misoginía, deuda de todos tipos, humillaciones, agresiones físicas, sometimiento, aislamiento forzado, menosprecio, manipulación, caos, robo, triangulación, mentiras, explotación, abandonos, violación en todos los sentidos…yo trataba de deshilar esas partes, de corregir el tejido, y en muchas ocasiones de ya tirarlo todo ¡pero ya no sabía dónde empezaba y dónde terminaba! Un desastre. Muchas veces me fui, pero el desastre me perseguía como un iracundo monstruo insaciable y se ponía aún peor. También él había contaminado y confundido mis fuentes de apoyo entonces yo no sabía qué hacer ni con quién contar. Hasta que por fin logré zafarme definitivamente.
Apenas entiendo que la relación no la tejí en conjunto con esta persona; realmente fue absolutamente determinada por él, por medio del secuestro emocional y psicológico. Yo no había tejido nada, todo fue un trabajo muy meticuloso y consciente de su parte, tal como una araña que teje su telaraña para atrapar a su presa. Viéndolo bien, se vale la analogía hasta el final ya que tal como la araña envenena a su presa para dormirla y podersela devorar, así al “final” me intoxicó para dormirme y aprovecharse del todo de mí.
¿Le suena absurdo?
Sí, a mí también se me hacía muy difícil creer algo así. Que la persona con la que había compartido mi más profunda intimidad- la creación de una descendencia, mis vulnerabilidades, mis sueños- haya sido una total farsa, que su fin siempre haya sido hacerme daño, jamás lo había imaginado y me costó mucho realmente creer esto que ahora con mucha más información y objetividad se hace tan obvio.
Había asumido mi supuesta responsabilidad en los hechos entendiendo que “nadie es perfecto”, que “el matrimonio no es fácil". Había reconocido que él “necesitaba ayuda”, que su amor era “tóxico”, que era una persona soberbia con mucho rencor en su corazón…pero nunca me imaginé la intencionalidad de su odio, la desgracia total de su alma, su naturaleza depredadora, incorregible. Fue muy difícil aceptar que fui totalmente estafada.
La vida me tuvo que demostrar de manera literal lo que estaba viviendo. Fue a partir de la vivencia en Michoacán (la cual encontrará descrita detalladamente en la carpeta que está atendiendo y otras más)-- en la que PREMEDITADAMENTE me ENGAÑÓ, aprovechándose de que tenía RETENID@S A MIS HIJ@S, me INTOXICO, me VIOLENTÓ hasta el punto de dejarme TIRADA AL LADO DE LA CARRETERA EN FRENTE DE L@S NIÑ@S, para posteriormente VIOLARME SEXUALMENTE– que yo empecé a entender que sí, eso que se ve en películas de terror es real y se estaba convirtiendo en mi realidad.
Lic. Carreño, sentí que estaba perdiendo la cordura. Yo no sé cómo junté la poca energía mental y física que me quedaba para poder poner denuncias y luego, a pesar del habitual cinismo y negligencia por parte de la autoridad, cómo logré rescatar a mis hij@s. Ahora sólo puedo reconocer esa capacidad de supervivencia como milagro. Fue tanto lo que soporté que sólo se mezclaron los innumerables eventos y abusos (de los cuales usted sólo conoce la punta de la punta del iceberg) para formar una enorme bola de dolor, confusión y muchísimo MIEDO, que ahora ha sido mi tremenda tarea desenmarañar. Estaba en tal estado de trauma que me tomó demasiado tiempo completamente concientizar el hecho de que ese personaje me había VIOLADO. Estaba tan aterrorizada con lo sucedido, con las incesantes amenazas de ese sujeto y su madre, y la posibilidad de que mis hij@s tuvieran que volver a esas circunstancias tan extremadamente dañinas, que toda mi energía se concentró en mi defensa y en salir adelante, haciendo hasta lo imposible para protegerlos.
Pero ¡un momento! ¡si yo soy la víctima! Víctima de todos los tipos de violencia que se han definido ya legalmente en la Ley de Acceso de Las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Tantas veces ingenuamente perdoné, me enredaron, creí en quienes no merecían confianza, quise evitar la guerra y proteger a mis hij@s de más conflicto…¡y todo para que luego se voltearan mis propias súplicas de auxilio en mi contra! Con todo el trabajo que he hecho para superar esas vivencias y también ayudar a mis pequeñ@s a sanar, comprendí que lo mío no fue una separación normal de una relación, o un disgusto entre dos ex-amantes. Ni siquiera fue una simple relación “tóxica”.
Después de mucha búsqueda de ayuda llegué a dos conceptos muy importantes que me han ayudado a entender la locura que vivimos: PSICOPATÍA NARCISISTA/ NARCISISMO PERVERSO/ PSICOPATÍA INTEGRADA y VIOLENCIA VICARIA.
Afortunadamente ya hay información seria disponible respecto a estos fenómenos. Estudiar a nivel psicología lo que implica haberme vinculado con una persona que demuestra en su totalidad las características de un narcisista perverso me ha ayudado a entender de mejor manera qué demonios fue lo que pasó y cómo ahora lidiar con ello.
Saber que existe en el dominio legal el concepto de violencia vicaria también me ha ayudado a comprender mejor lo que viví y aún sigo viviendo, desafortunadamente con la complicidad de la misma autoridad.
Dentro de esto existe una luz que es el hecho de que hay una ley en contra de la violencia vicaria que ya se ha implementado en varios estados, incluyendo Guanajuato. Sin embargo, tanto tiempo que no ha existido esta protección, demasiadas madres como yo hemos tenido que soportar innumerables violaciones a nuestros derechos civiles y humanos, a los derechos y bienestar de nuestros hij@s; hemos tenido que vivir injusticias innombrables. Aún ahora existiendo esa ley no sé del todo cómo podemos usarla para protegernos, sobre todo observando la limitada capacitación– si hay alguna- sobre estos temas para servidores públicos, quienes siguen tratando estos casos con ignorancia y evidente APATÍA. Seguimos teniendo que comer del mismo plato de REVICTIMIZACIÓN, corrupción, impunidad, violencia institucional, con una generosa porción de trabas, largas y más largas. Cada uno de estos puntos pone a mujeres como yo e hij@s como l@s mí@s en más peligro.
Por eso yo acudo a usted, a que me apoye avanzando este caso con todas las fuerzas y convicción que se pueda. Sí por mí y por mis hij@s, pero también por todas las mujeres y niñ@s que han vivido todo tipo de violencia por la cual jamás se hizo justicia, por tantos desenlaces trágicos e infancias estropeadas, y por un importante cambio en nuestra sociedad: que se sepa por medio de ejemplo que ningún tipo de violencia es tolerable, y mucho menos la que se lleva a cabo en el ámbito del hogar donde las personas son aún más vulnerables. Lo que sucede en el hogar repercute por generaciones en toda la sociedad.
Ya le conté lo que corresponde para que entienda un poco qué me impulsa a insistirle; qué me ha impulsado a hacerme valiente y regresar al sitio de donde tuvimos que huir, cada vez que se me ha pedido para cumplir con lo requerido para avanzar esta denuncia; el porqué finalmente accedí a que tomaran fotos de mi vagina, mi ano, mi cuerpo sagrado aunque se podía anticipar que de nada iban a servir por cómo fueron los hechos y el tiempo que había transcurrido desde la violación; el porqué pago abogados para que me representen, aunque me cuesta todo el dinero que ahora tengo; y por qué no me rendiré hasta que se haga justicia y así pueda dejar de temer el porvenir de mis hij@s y mío.
Si bien es verdad que la carpeta que está tratando usted “sólo” es por violación, aquí le aclaro que lo que antecedió y siguió de esa violación tiene todo que ver con mi denuncia. Todo lo que he soportado no ha sido “simplemente” violencia familiar o una violación, ha sido VIOLENCIA DE GÉNERO. No se puede ignorar todo el contexto de mi denuncia. Disculpe la analogía, pero es como si fuera al dentista por un dolor de muela y se descubriera que ese dolor es debido a una infección en la boca, pero el dentista sólo se enfocara en el dolor de muela porque ése fue el motivo de la consulta. Por favor considérelo en su manejo de mi situación.
Por más casos que puedan ustedes ver que les suenen similares o “peores” al mío, le quiero recordar que NO ES NORMAL NI ACEPTABLE tener que HUIR de repente de mi casa con mis hij@s y mantenernos escondidos por miedo a que nos pueda hacer todavía más daño su progenitor; NO ES NORMAL NI ACEPTABLE que mis hij@s y yo tengamos afectaciones psicológicas por lo que él nos ha hecho; NO ES NORMAL NI ACEPTABLE QUE LA AUTORIDAD SE HAGA DE LA VISTA GORDA ante las múltiples agresiones de este sujeto hacia mí en frente de la misma. Nada de esto es MORAL NI LEGALMENTE ACEPTABLE, de acuerdo a La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, cuyos lineamientos la autoridad de todo México está obligada a obedecer.
Las mujeres han dado una gran lucha desde hace muchísimos años para que existan espacios como UNAIM y atención especializada en esos espacios para proteger y acompañar a la mujer y a l@s niñ@s. Los puestos que existen en esa unidad tienen como propósito ASEGURAR esa atención para quienes acuden allí por legítimas situaciones de riesgo. Yo espero que usted y todas quienes atienden en UNAIM comprendan la importancia de su buen discernimiento, de su actuar eficazmente, CON PERSPECTIVA DE GÉNERO, y de su EMPATÍA en la vida de tantas mujeres y el futuro de tant@s niñ@s.
Las mujeres que comparecemos a su institución generalmente lo hacemos después de haber pasado por demasiado y de haber agotado muchas otras alternativas de conciliación. Llegamos ahí desprotegidas, con el corazón en la mano y la dignidad por el suelo porque ya no podemos más; REQUERIMOS APOYO INTEGRAL, HUMANIZADO. Sin embargo, nerviosas y abrumadas por lenguaje y procesos legales que no entendemos del todo ni se nos explican bien, debemos tomar decisiones determinantes. El sentirnos juzgadas, ser tratadas como una víctima más, el tener que caer bien o provocar suficiente lástima para que atiendan nuestras denuncias debidamente es demoledor. Todo esto mientras nuestros agresores siguen haciendo de las suyas a rienda suelta con nosotras, nuestr@s hij@s, familias, y quizá hasta nuevas víctimas.
Todo lo que le comparto me sale del corazón, espero sea comprensible mi intención y redacción. Ya estoy cansada de ver tanta indiferencia y de pedir disculpas ante mi indignación con la violencia institucional y la violencia en general. Trabajando juntas y en sororidad podemos lograr la justicia que merecemos individual y colectivamente.
Licenciada, para concluir, por favor dígame: ¿qué más requerimos para que mi causa proceda como debe?
Agradezco su atención y su tiempo en este asunto.
Saludos,
Flor de Nopal
m yo fui víctima de violencia familiar, él está declarado culpable y su única sentencia son ocho meses de terapia psicológica. Además de las violencias y abusos también fui víctima de la violencia Vicaria y aunque ya recuperé a mis niñas, sigo sufriendo los estragos de todo lo que dicen de mí en casa del progenitor de mis hijas. Mi hija chica tiene lavado el cerebro, entre verdades le han dicho tantas mentiras y le han confundido a tal grado que es capaz de decir que me odia, que su papi es bueno más me hubiera golpeado y que yo soy una mentirosa. sigue siendo tan manipulada por su familia paterna en trastornos psiquiátricos severos desde esquizofrenia, intentos de suicidi…